En la conmemoración del Día del Trabajo, Agustín Rodríguez Fuentes, Presidente Colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores señaló que la emergencia nacional requiere decisiones políticas colectivas y el diálogo social con la participación de los trabajadores y sus organizaciones
Con información del STUNAM
01 de mayo de 2020
Por Gabino Jiménez/MRMT
Agustín Rodríguez Fuentes, Presidente Colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores señaló que la emergencia nacional requiere decisiones políticas colectivas y el diálogo social con la participación de los trabajadores y sus organizaciones
Durante su discurso en el mitin virtual transmitido en redes sociales, el también secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), se pronunció por erradicar el outsourcing y regular el teletrabajo, fortalecer el trabajo digno de las mujeres, un salario remunerador, la protección social para todos y todas y el reconocimiento de un nuevo derecho a una renta básica universal.
Al afirmar que el poder de los trabajadores está en los sindicatos y que el movimiento sindical democrático planteó que ante la presente coyuntura se requiere de un cambio del actual modelo de desarrollo y de una nueva relación del Estado con la sociedad y la naturaleza, dijo, para hacer frente a los desafíos futuros y la construcción de una nueva gobernabilidad democrática, por lo que hizo un llamado a la creación del Consejo Económico y Social de Estado; como una institución democrática para la deliberación y la propuesta de salidas a la actual problemática social
A continuación el texto de la Intervención de Agustín Rodríguez Fuentes, Presidente Colegiado de la Unión Nacional de Trabajadores y Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la UNAM
Hoy en el día internacional del trabajo, los trabajadores mexicanos rendimos tributo a todos los luchadores sociales que en arduas batallas conquistaron el reconocimiento de los derechos laborales; jornadas de trabajo de ocho horas, salarios para vivir dignamente, igualdad salarial para hombres y mujeres, pensiones que garanticen una jubilación digna, democracia, libertad sindical y por supuesto contratación colectiva autentica. Hoy estas conquistas del movimiento sindical democrático requieren ser fortalecidas con base en la movilización, la interlocución y la lucha social.
Asistimos a un primero de mayo de mayo histórico; porque se ha puesto en evidencia el fracaso del modelo neoliberal en todo el mundo y porque hoy no estamos marchando por las calles de la Ciudad de México, la actual emergencia sanitaria nos exige protestar y manifestarnos desde nuestras casas en el ciberespacio. El poder del día del trabajo se desarrolla más allá de las fronteras.
La actual pandemia y la inminente recesión económica mundial que se avecina es un llamado de alerta, porque está en jaque el actual modelo de globalización depredador, crecientemente interdependiente y ausente de solidaridad, Ya que, de continuar anteponiendo los intereses mercantiles de las corporaciones por delante de los derechos de los trabajadores, se socava la enérgica acción pública del Estado para responder a las crisis epidemiológicas, climáticas, a la desigualdad y la precarización del trabajo y de la vida.
El movimiento sindical democratico plantea que ante la actual coyuntura se requiere de un cambio del actual modelo de desarrollo y de una nueva relación del Estado con la sociedad y la naturaleza, para hacer frente a los desafíos futuros y la construcción de una nueva gobernabilidad democrática.
Es urgente una nueva política de Estado para conseguir una transición ante la actual crisis económica y social del país con base en una Agenda Sindical para la democratización y modernización del Mundo del Trabajo;
Para lo cual se requiere una política monetaria y fiscal expansiva del gasto público productivo para; Garantizar el acceso universal a las pruebas de COVID-19, a la atención sanitaria, al tratamiento y a la vacuna como una respuesta eficaz a la pandemia. sin ninguna clase de discriminación de los enfermos y con el respeto a los derechos humanos de la población. La salud es un derecho humano fundamental.
Establecer presupuestos progresivos y multianuales destinados al desarrollo de servicios públicos de calidad, fundamentalmente en la infraestructura física y el desarrollo profesional de los trabajadores en los sistemas de salud pública, educación, ciencia, tecnología y cultura.
Instaurar un programa nacional de inversión pública y privada para promover el desarrollo las áreas estratégicas y generar infraestructura carretera, portuaria, educativa, de salud, de vivienda y de telecomunicaciones.
Promover diversas fuentes de financiamiento para preservar la estabilidad macroeconómica, reactivar el crecimiento, la defensa del empleo y el salario a partir de fortalecer la banca desarrollo y desplegar financiamientos preferenciales para compensar la reducción de los ingresos y la liquidez de las pymes, para dar un verdadero impulso a las pequeñas y mediana unidades de producción reconstruyendo sus circuitos productivos, elevando la productividad y construyendo mejores canales de comercialización e industrialización.
Decretar una tregua temporal en el cobro de créditos de Infonavit, Fovissste y Fonacot, protección efectiva de los ahorros de los trabajadores en las Afores y demás fondos de interés social. Establecimiento del seguro del desempleo.
Erradicar el outsourcing y regular el teletrabajo para garantizar que estas formas de organización de la producción garanticen el acceso a los derechos laborales fundamentales, Al mismo tiempo, desarrollar un programa viable de transición de la economía informal a la formal a través de un paquete de políticas públicas específicas.
Fortalecer el trabajo digno para las mujeres, a través de políticas públicas que incentiven la creación de empleo formal y permanente, con salarios justos, seguridad social y prestaciones económicas; medidas constitutivas de un sistema transversal de igualdad sustantiva. El poder de los trabajadores está en los sindicatos.
Reivindicamos el reconocimiento de un nuevo derecho; a una renta básica universal para todos los ciudadanos, toda vez que la producción de la riqueza es un proceso fundamentalmente colectivo y de carácter social; la riqueza de los países deberá ser reconocida como la riqueza de todos y debe ser redistribuida a través de un mecanismo permanente de garantía de ingresos para todos los ciudadanos, todo el mundo tiene derecho a participar de la riqueza nacional en tanto que riqueza colectiva, para que nadie quede excluido.
Todo lo anterior será viable a partir de la construcción del;
Consejo Económico y Social de Estado; como una institución democrática para la deliberación y la propuesta de salidas a la actual problemática social a partir de la representación y participación social, incluyente, plural, de carácter consultivo y propositivo para contribuir con opiniones, recomendaciones y propuestas de políticas públicas, desde una perspectiva social, para la planeación democrática del desarrollo nacional y la toma de decisiones en materia económica y social.
La emergencia nacional requiere decisiones políticas colectivas y para ello es imprescindible el diálogo social institucional y permanente ya que, de no involucrar a los trabajadores y sus representaciones en la construcción de salidas equitativas a la actual crisis, los riesgos de naufragio aumentan considerablemente.
LA SALUD NO ES UNA MERCANCÍA, ES UN BIEN PÚBLICO
REIVINDICAMOS TRABAJO DIGNO, SALARIO REMUNERADOR Y PROTECCIÓN SOCIAL PARA TODAS Y TODOS