Lunes 20 de junio de 2022 –
Tras la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, entró en vigor un nuevo modelo de justicia laboral encaminado a garantizar libertad sindical y la transparencia en el siempre opaco mundo de la contratación.
En diciembre de 2018, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), fueron expulsadas de la Central Sindical Internacional (CSI).
Ambas organizaciones fueron acusadas, en la reunión celebrada en Copenhague, Dinamarca, de promover los contratos de protección patronal, así como de atentar contra la libertad y democracia sindical.
Sin embargo, la resolución de una de las agrupaciones internacionales más importantes no preocupó en lo más mínimo a la cúpula del sindicalismo charro.
El año siguiente, tras la aprobación de la reforma laboral, sindicatos de la CTM promovieron alrededor de 500 juicios de amparo contra distintos tópicos de la nueva legislación. Los cetemistas impugnaron tres decenas de artículos, especialmente los relativos al voto personal, libre, directo y secreto en la renovación de las directivas sindicales.
Con formalismos, la CTM se opuso a la ratificación del Convenio 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo al derecho a sindicación y contratación colectiva. El sindicalismo corporativo mexicano había logrado evitar ese paso desde 1949.
Los cetemistas no votaron en contra, pero el propio Carlos Aceves del Olmo, en la tribuna del Senado, dijo que sin adecuación de las leyes “podría crear incertidumbre en inversiones, acrecentando los conflictos y poniendo en riesgo la generación de empleos”.
– CTM, en proceso de transformación por reforma laboral –
La CTM se sacude el corporativismo. Si ha permanecido 65 años es por su capacidad de adaptarse a los tiempos y a la vida económica y política del país. La Central obrera más importante del país con 5 millones de afiliados está decidida al cambio, se transforma.
Así lo manifestó el abogado Tereso Medina Ramírez, secretario general de la Federación Estatal Coahuilense de la CTM y secretario general adjunto de esta Central, en entrevista para el Sol de México.
“Muestra de ello es que mantiene una estrategia para formar los nuevos cuadros sindicales del país, una revolución educativa para dar a conocer todo lo que concierne a todos los pasos de la Reforma Laboral. Y no solo las legitimaciones de los contratos colectivos de trabajo (CCT), sino las negociaciones colectivas, las elecciones de directivas, transparencia y rendición de cuentas”.
También el saber informar cada 6 meses el estado patrimonial de las organizaciones gremiales, esto que entrará en vigor a partir del 1 de mayo de 2023.
“Se inicia ya esta transformación y de los 4 mil CCT legitimados a la fecha, puedo decir que el 90 por ciento son de la CTM”, sostuvo.
“Hoy tenemos que darle conclusión a la etapa del corporativismo e iniciar otra donde todos sabemos que en el nuevo mundo laboral, la Reforma puso en el centro de la mesa a los trabajadores y sus familias, en todos los sentidos”, puntualizó.
El defensor asumió que la Reforma Laboral es un aprendizaje para todos. Todo mundo aprendemos del nuevo mundo del trabajo. Es un nuevo modelo para hacer sindicalismo y de hacer justicia social.
Sin embargo, advirtió: “Pero ese factor del sindicalismo no lo veo a corto plazo. Tenemos que trabajar juntos, todos unidos para poder implementar esta Reforma Laboral y que no signifique el desarrollo y crecimiento del país y que no entremos en desestabilizaciones laborales. Ese es el riesgo”.
Imagen: Especial
Información publicada en: https://www.contrareplica.mx/nota-Sindicalismo-charro–un-obstaculo-que-aun-enfrenta-la-Reforma-Laboral-20222060