1 noviembre, 2022
Desde el pasado 3 de octubre ya funcionan en todo el país los tribunales laborales que tienen a su cargo sustituir a las anteriores Juntas de Conciliación y Arbitraje. Son una de las partes esenciales de la reforma laboral que, desde 2017, se viene impulsando en el país y que tiene su origen en diversas obligaciones adquiridas por el Estado mexicano con sus principales socios comerciales en el marco de la negociación del T-MEC. Ya están funcionando 148 tribunales laborales en los cuales ejercen funciones 305 personas juzgadoras. El avance de la reforma laboral
En la puesta en funcionamiento de la reforma se han invertido más de 14,650 millones de pesos, pero los beneficios (presentes y futuros) serán infinitamente mayores. Simplemente hay que tener presente que cada año se están recuperando a favor de los trabajadores más de 25 mil millones de pesos que se les adeudaban.
La reforma laboral ha permitido también una interesante dinámica de la vida sindical, mediante la legitimación de más de 8 mil contratos colectivos de trabajo. El avance de la reforma laboral
Los datos anteriores, citados por Luisa María Alcalde y Esteban Martínez Mejía por parte de la Secretaría del Trabajo, son alentadores. Pero el camino por recorrer todavía es muy arduo. Se estima que hay un millón y medio de asuntos pendientes de resolución ante las Juntas de Conciliación y Arbitraje, las cuales ya no están recibiendo asuntos nuevos, pero deben remontar un rezago histórico de proporciones gigantescas.
Por otro lado, hay instancias gubernamentales (sobre todo a nivel federal) que no permiten llegar a acuerdos en la etapa de conciliación, con lo cual están demorando la resolución de los asuntos y a la vez sobrecargando a los tribunales especializados en derecho del trabajo.
No hay en México una reforma normativa de mayor alcance y calado que la referida a la materia laboral.
Sus repercusiones son evidentes en la forma de trabajar de los profesionales del derecho, pero sobre todo se proyectan hacia los ámbitos económicos, sociales y hasta políticos. Si la reforma se consolida y tiene éxito, estaremos enviando el mensaje correcto, en el sentido de que vale la pena seguir invirtiendo y creando empleos en México, a la par de que se aseguren los derechos de las personas trabajadoras y empleadoras. Ese mensaje es necesario y diría incluso que urgente. El avance de la reforma laboral